martes, 5 de agosto de 2014

Mi querida zombie Marilyn Monroe

Te lo juro,
Marilyn.

Déjame que te resucite por un día.

Sólo así podrás vengarte.

Cuando oigo hablar del "Dorado Hollywood",
Recuerdo tus versos
Y se me revuelven las tripas.

Porque, Norma,
Norma Jean,
Entraste en el Bosque Sagrado
Y terminaste en el Bosque Infernal.

 A Hellywood con un billete 
Sólo de ida.

Te encerraron en un cuento de hadas
Para que pudieras ser
La Cenicienta
Con la que todos se masturbaran.

Enterraron tu alma
En una cara bonita
Y unas curvas espectaculares.

Y no te dejaron ser,
Ser o no ser,
En definitiva.

Fuiste la novia de una América Frankestein
Que buscaba más cadáveres
Entre los escombros de Nagasaki
E Hirosima.

Y encontró uno,
el tuyo.

El más apetecible.

Querida Marilyn,
No te creas todo lo que te cuenten.

Ni tan siquiera el espejito, espejito
que te repetía constantemente:


"Qué vergüenza esta máscara
De hermosa rubia tonta
Que tapa mi verdadero rostro
De tonta rubia tonta".

No. 

No. 

No hay rubias tontas, 
Sólo gente gilipollas. 

Y aquella América, en realidad, 
sólo te tuvo miedo. 

Un miedo atroz. 

A ti y a todas las mujeres. 

Te lo juro, 
Marilyn.

Déjame que te resucite por un día.

Sólo así podrás vengarte. 

Te convertiré en zombie,
Que es algo que ahora está muy de moda,
Para que te puedas dar el gusto
De comerte a todos
Los que lo hicieron en vida.

Déjame que pronuncie tus mismas palabras:


"Soy dulce por fuera,
Un cordero
Que todos quieren acariciar.
Pero por dentro tengo garras
Y enormes dientes
Y ganas de devorar
Carne humana.

Por dentro tengo tanta hambre
Que me devoro a mí misma
Y no me sacio nunca."

Y, ahora, en virtud de ellas:
Ataca.

Ataca, mi querida Marilyn
Y no dejes títere con cabeza.

Demuestra quienes somos los tontos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario