miércoles, 26 de agosto de 2015

Cuadernos de la derrota, de Jazz y de Blues #nuevoblog #despedidaycierre



Adiós a la poesía. De momento. Ya no puedo seguir con ella. El camino del verso ha llegado a su final. Me ha llevado de la mano hasta un callejón sin salida. La propia locura me ha arrancado las palabras, los sueños que tanta riqueza me han dado, las emociones de cuajo. ¡¡¡Rasss!!! Y me ha dejado desnudo, a merced del frío, del viento, de las alimañas que aparecen detrás de las sombras, dispuestas a devorar carne fresca. Tienen hambre las muy putas. Es normal. Espero que se atraganten. Que se den el festín de su vida y conviertan a este inválido en el ser gris, huraño y mezquino que debería haber sido. Por supervivencia. Aunque, ¿qué vida es esa?

Por eso me quedo en medio. Como siempre. En el cruce de caminos permanente en el que estoy. La belleza irá, poco a poco, desprendiéndose de cada frase, para salir volando libre y poder ir a sitios mejores. Mis ojos se están transformando, lentamente, en un desierto. Y mis manos en agua. Por eso, a lo largo y ancho de esas páginas, seré poeta y mi propio verdugo al mismo tiempo.

Quedo a merced del Blues y del Jazz, de las teclas de un piano, de las cuerdas de una guitarra y un contrabajo. De la caricia de un saxofón, una caja o una trompeta, de su insinuación para que me deje abrazar antes de saltar al vacío. Quizás sean el único sitio del que beber, fumar y follar sin que te reprochen nada, sin perder del todo la dignidad.

Gracias a todos. Os invito a entrar en el nuevo blog de prosa. A buscar palabras de Jazz ye de Blues. A que nazcan del Jazz y del Blues palabras.

http://cuadernosdeladerrotadejazzydeblues.blogspot.com

Un abrazo.

domingo, 9 de agosto de 2015

El último poema, la última bala, el último trago, el último verso

Siempre es el último poema.

El vértigo que te retuerce las tripas
Ante la posibilidad de ser ésto
Lo último que diga.

¿Y qué decir?
¿Cómo arrojar todo el fuego
Sin que arda el mundo con él?

¿Cómo convertir, cincelar, esculpir
Las palabras que, acongojado,
Deseas que te sobrevivan?

Que queden como algo más.

Más que esa mancha de semen
Que, en realidad, soy,
Somos,
Todo el género masculino,
Tanto héroes como cobardes.

Perdona.

Me voy quedando sin aire.

Lo siento.

Tengo que recurrir a besos de alcohol y de humo,
A modo de oxígeno diabólico
Mientras te escucho follar con otros
En mi imaginación calenturienta.

Enfermo por ti y por todas las mujeres
Que padezco.

Sí.

Porque no te vas de mi mente,
Ni de mis labios. 

Ya ves.

No hace falta irse hasta el desierto
Para ver espejismos.

Yo te noto a todas horas.

Pregúntale a mis manos, si no.

Y que te cuenten sus viajes por todo tu cuerpo
Mientras mi soledad sólo puede 
Susurrar tu nombre.

Así es.

Tras cuarenta y un años de existencia,
Del amor y el deseo quedan,
En cascada,
Los ruidos del agua
Al tirar de la cadena del váter.

Un réquiem magnífico
Para unas rimas tan ásperas
Como estos gritos.

El último postdata
De esa carta inacabada
Que somos tú y yo.

Que soy yo
Con todas las mujeres.

El diablo pasó de largo aquella noche.

Se olvidó de mí
En aquel cruce de caminos.

Buscaba almas que no supieran 
Lo que es el infierno.

Almas dignas
De vidas que se vivan
Y no que sólo se sueñen.

De ésas, ya tiene overbooking.
(Como la mía).

Así que aquí me quedo:
Fantasmagórico y harto.

Ojalá fuera ese Blues
Que pudieras tararear
Mientras te quitan la ropa.

¿Por qué?
Porque mereces la poesía.

(Algunas nunca tendrán ni eso).

Yo me quedo aquí.

Déjame aquí,
En el último peldaño.

Déjame morir dignamente
En tu recuerdo.

Dejadme todas,
Musas,
Con el corazón en la mano,
Con el whisky y el hachís y la música,
Dispuesto a luchar
Hasta el último aliento.

(Aunque sea el Jesucristo de los inútiles,
Nada que ver con el verdadero).

Volveré a escribir.

Quizá lo haga sobre Naturaleza muerta.
Sobre rostros tan inertes como el mío.

O no.

¡¡Quién sabe!!

Siempre te queda la angustia
De no saberlo.

Alguna vez, seré un intento 
Por llamarme Literatura,
Por jugar a embellecer mis pecados.

Eso sí.
Siempre seréis el último poema.

Todas,
Excepto tú.

Tú serás la última bala, 
El último trago.

Tú,
El último verso.

lunes, 6 de julio de 2015

El Blues del Apocalipsis

Llueve fuego desde el cielo,
Caen en picado los ángeles.

No.

No me importa
Que se desate el infierno.


Nos amaremos
Mientras el fin del mundo sucede.

miércoles, 1 de julio de 2015

Última voluntad

El valor de los buenos momentos.

Ahí es donde espero morir...

...Caer con tus botas puestas
Algún día.

Y que más da que brille el sol
O me hunda en la nieve,
Batiéndome en retirada.

Luché y perdí.
O gané, según tú.

Y siempre depende
De donde vengan las balas
Para que las heridas,
Mortales o inmortales,
No sean las habituales.

Nunca.

Ni el futuro.

Ni tampoco dejar
Que los recuerdos
Se conviertan en papel mojado.

Y echar al fuego
Una parte de ti misma.

domingo, 14 de junio de 2015

¿Dónde huir si no es a tus brazos?


Hay una música de violines perpetuos
Sonando tras cada pisada que doy,
Tras cada ladrido.

Un pasado de perro callejero
Que me persigue
A muy corta distancia
Olisqueando el amor.

Vengativo.

Rebuscando por los rincones.

Hambriento.

Eso provoca que difumine el presente,
Eliminando de él los minutos y los segundos.

Dejándome a solas con horas yermas.

Páramos semidesérticos
Donde busco una gota de esperanza
Para estos ojos resecos,
Lejos del Paraíso.

Por eso ya no puedo llorar
Por los dioses
Que ahogué entre lágrimas.

Darles sepultura. 

Y si me arrancara el corazón
Y los recuerdos,
Viviría, sin duda,
Lejos de tantos gritos.

De tantas manos espectrales,
De tantas promesas esperándome,
Suspendidas sobre el fuego.

Con respuestas que llegan tarde.

Veinticinco años tarde.

Respuestas que por aquel entonces
Me hubieran rescatado
Y ahora me hacen naufragar
En cada estrofa que pierdo.

En cada rayo de sol.

Y esta fotofobia me está consumiendo.

No.

No hay diversión posible
Tras haberle vendido esta vida al diablo.

Y no se puede despertar de este sueño.

Entonces, ¿Dónde?
¿Dónde huir si no es a tus brazos?
¿Dónde estar más seguro?

No te imaginas cuanto miedo tengo.

Algún día no muy lejano
El cielo obtendrá su venganza
Arrojando fuera de él
A sus hijos predilectos.

Y caeremos al abismo
Los poetas y la poesía.

Y dejaremos de perseguir palabras inútiles,
Y amaremos a besarropa al instante
En vez de con versos para la eternidad. 

Y ya no tendrá importancia
La arena del reloj en la que nos hundimos.

Porque nada ni nadie será improbable.

(Y por fin,
Por fin,
Encontraremos la paz).

viernes, 29 de mayo de 2015

De hombre - verso - lobo

Hay noches,
Noches sin luna 
En las que no persigo el futuro
Como todas las demás.

En las que se me puede ver
Con la mirada perdida
Y a solas.

Dando vueltas con el coche
Por calles desiertas
Y caminos que no conducen a nada. 

Son esas noches de Jazz y de Blues, 
De autopista al infierno 
Y Réquiem de Mozart.

Dónde cada compás de esa locura
Resucita viejos fantasmas.

Donde quiero morir en un orgía de alcohol,
Tabaco y sexo
Mientras al son de una danza macabra
Bailo con todos mis demonios. 

Son esas noches, 
Noches de Humo, sangre
Y vísceras de amores antiguos
Desparramados sobre el salpicadero
Que el pasado me arranca del alma
Hasta que sale la bestia
Y busca a su presa. 

Una víctima
Digna de un por qué en mi vida
Para regalarle un presente
Poético y cruel.

Sí.

Poético y cruel.

Y ese monstruo atrapa
La vida de otra mujer en un puño 
Y la lanza, 
Furioso,
Contra las paredes desnudas 
De las oportunidades perdidas
Hasta que sale
La sangre de los nudillos. 

Mientras que en su crisálida,
Dios, no para de reírse
Esperando el milagro.  

A ver si, tras maldecirme,
Tengo cojones.

Y lo único que puedo hacer
Es seguir devorando.

Arrancar palabras a dentelladas
Para resucitar recuerdos
En un verso tras otro
Sabiendo que no volverás.

Buscándote en los labios de otra
Mientras duren las noches sin luna. 

Mientras sea este animal.

jueves, 16 de abril de 2015

Al borde del precipicio


Ya me gustaría sacar del precipicio mis palabras. 

Elevar, como en su día lo hicieron,
Los ahora inmortales,
La poesía.

Llegar con ella
Hasta ese mundo de las ideas,
Dónde, según el propio Platón,
No hay confusión posible.

Pero no puedo.
No puedo.

Mis versos no entienden de metafísica.

Mis versos miran directamente hacia el suelo.
A pie de calle,
No a lo más alto.

No sé lo que sucede allá arriba.

Sólo que, de cuando en cuando,
Los cielos tiemblan
Y cae alguna estrella.

Y algo parecido a la inmortalidad
Y algo parecido a tus lágrimas
Explota y riega el planeta
Enfangando los caminos
Y oscureciéndolo todo.

Y ahí estoy yo,
Temblando por el frío
Que deja esa ausencia.

Preguntándole a la nada:
¿Cómo es posible que los dioses
Lo permitan?

Y no obtengo respuesta.

Por más que rezo,
Por más que suplico,
Por más que imploro. 

No obtengo respuesta.

Será el silencio,
Este silencio que parte el alma en dos,
La única compañía que me quede.

Y entonces, las preguntas
Se hacen más profundas
Y hieren y escuecen
Más que nunca.

¿Dónde está el remedio?

¿Dónde el amor
Con el que se supone que nos crearon? 

¿Es éste el precio de la libertad?

¿Es ésto lo que realmente vale la vida?

Entonces, me olvido de la belleza,
De la bondad,
De la música.

Incluso de la creación de una Era,
Que, como profetizó Tiresias,
El espíritu errante, el ciego, el sabio,
Se evaporaría con el rocío.

Moriría con los primeros rayos de sol
Como así ha sido.

Y es que así son los sueños.

Imperecederos,
Los menos.

Luces,
Ideas que, por descabelladas,
Se abandonan,
Los más.

¿Dónde está el sentido?

¿Quién o qué nos frena?

¿Podremos alguna vez ser felices
En el aquí y en el ahora?

Demasiadas incógnitas
Para resolver sin el alcohol necesario
A falta de tus caderas. 

Metafísica, ya lo he dicho, 
La justa. 

No quiero ir más allá 
De tus labios al venir a los míos. 

Más allá, 
De la última botella. 

Más allá de esta lluvia. 

El acantilado puede esperar, 
La tristeza desaparecer, 
Morir la muerte.

Que se agiten, rebeldes,
Los cielos. 

Y de ese mundo real y mágico
Que venga una segunda,
Una tercera,
Cientos de oportunidades. 

¿No las tenemos todos?

¿Acaso no las merecemos?

Vuelve a leer las líneas de tus manos
Y dime si es o no cierto. 

Vuelve a mirarte en el espejo
Y dime si eres o no, 
Un sueño imaginado
Cientos de años antes de que nacieras 
Aquí, 
Conmigo.

Al borde del precipicio.

(Y ahora dime
Si esto, esto,
Somos tú y yo
O es tan solo un poema). 

viernes, 10 de abril de 2015

Mujer canalla

¿Dónde estarán esos ojos delincuentes
Y esos labios perdonavidas
Que quieren robarme el alma
A plena luz del día?

¿Dónde andará ese cuerpo del delito
Que quiere trazar conmigo
Un corazón caído con tiza?

¿Dónde te escondes, mujer canalla?

¿Bajo qué promesa?
¿Bajo qué falda?

¿En qué rincón
De mi vida
Harás mi próxima herida?

¿En qué canción?
¿Bajo qué versos?
¿En qué película?


jueves, 9 de abril de 2015

Canto

Canto desde el fondo de las ruinas,
Desde el Sí rotundo.

Canto para resquebrajar
Mi corazón de tierra y hielo.

Canto para acabar
Con este invierno perpetuo.

Canto porque quiero cantar,
Porque me gusta desafinar en voz alta.
Canto para que los cielos se oscurezcan,
Canto para que llueva esperanza.

Canto para que el mal huya,
Canto para decir:
" - Mundo, no puedes conmigo ".

Canto para que me salgan alas.
Canto para volar contigo.

Reescribirlo todo

Tenemos que derrumbar la Historia. 

Tenemos que acabar con ella
Como cayeron los muros de Jericó.

A través de la poesía,
A través de la música.

Iremos dando vueltas y vueltas
Durante siete días y siete noches
Y arderá el mundo
Dentro de su cáscara negra.

Hay que reescribir los libros.

Todos.

Contar, si queremos que no nos corten el cuello
 Nuestros hijos y nuestros nietos,
Como la bondad no está arriba
Sino abajo.

Que los que mienten,
Roban y traicionan
Ganan mucho dinero.

Sí.

Y tienen una vida miserable
De soberbia y ostentación
Dónde todo es podredumbre
Y falsas apariencias.

Ellos, infelices,
Pierden la salud
Encerrados en sus ataúdes de oro.

Llorando,
Volviéndose locos
Esperando que se ponga el sol 
Contando y recontando su odio. 

Y escribiremos. 

Sí. 

Escribiremos. 

Daremos testimonio de como
Sus promesas no valen nada.

De por qué son tan etéreas,
Tan falsas
Como su propia existencia.

Y enseñaremos.

Enseñaremos 
Que nada hay
De honorable ni maravilloso
En gobernar y pisotear al pueblo.

Allá los reyes, condes, marquesas,
Presidentes, Ministros,
Y demás Troika de perros sanguinarios.

Dispuestos, siempre,
A arrancar con sus fauces
Los derechos y las libertades.

A ahogar 
El sudor de la frente
De los más débiles.

No. No hay orgullo
En sus lujosas
Y terroríficas vidas.

Sólo vacío.

Y el vacío no se puede atrapar
Cuando lo que necesitas es un abrazo. 

No os dejéis seducir por sus ídolos 
De plasma y de piedra. 

Bufones también ricos
Y huecos por dentro. 

Bufones que han vendido 
Su dignidad al diablo
Para distraeros. 

Bufones que desechan con el tiempo. 

El bien no está con ellos. 

Os lo aseguro. 

Volved a los libros, 
Fijad vuestra vista en ellos. 

Las Ciencias, Las letras...

La Cultura
Como única patria 
Como única religión verdadera. 

La Cultura como reflejo de la belleza,
De la bondad del ser humano. 

El Arte....

Refugiaros en pinturas,
Cuadros, 
Esculturas. 

Maravillaros con los edificios,
Sublimes, creados
Con sangre y con lágrimas. 

La música,
La Literatura....

Estudiad para,
Principalmente,
Escapar a países lejanos.

Donde la codicia sea menor
Y mayor la inteligencia. 

Sabed que el mal no se paga.

Al revés,
Cobra caro. 

Cobra en leyes que callan,
En leyes de ordeno y mando. 

Tenemos que derrumbar la Historia. 

Contar, si queremos que no nos corten el cuello
 Nuestros hijos y nuestros nietos,
Como la bondad no está arriba
Sino abajo.

En la gente humilde y trabajadora 
Que quiere vivir en paz. 

Que se preocupa por los suyos
Y no quiere la gloria. 

Que ésta sólo acarrea consigo 
Miles de muertos. 

Por eso, tenemos que derrumbar la Historia.

Y reescribirlo todo de nuevo.

viernes, 13 de marzo de 2015

La vida es tuya

Si eres capaz de emocionarte
Hasta con el detalle más insignificante,
no lo dudes.

La vida es tuya.

Si eres capaz de amar
Por encima de las palabras
Y a pesar de éstas,
No lo dudes.

La vida es tuya.

Si eres capaz de escuchar,
Entender,
Curiosear
Y disfrutar de ello,
No lo dudes.

La vida es tuya.

Corre, 
No huyas. 

Corre hacia tu futuro. 

Corre hacia tu propio destino. 

No huyas.

Cambia si has de cambiar 
Tu punto de vista.  

No te conformes. 

Ríete con el espejo
Y ponte el mundo por sombrero
Y el cielo como meta.

¿Prohibido ser feliz?

Nooooo. 

Grita conmigo: 

¡¡¡Nooooooo!!!

Y corre. 

Si te gritan, corre. 

Si te quieren ver caer, 
Corre. 

Corre, 
No huyas. 

Corre hacia tu propio futuro
Sin mirar atrás. 

Parte de cero, 
Redescúbrete ahora. 

Y busca lo maravilloso en cada detalle, 
En cada mirada,
En cada sonrisa que te regalen
Por ser tú quién eres. 

El mundo real no es sólo 
El gris de las noticias.

No caigas en él. 

Y hazle caso a los sueños 
Cuando te susurran
Que el mejor momento es ahora.

Que te lo mereces.  

Si eres capaz de todo ello, 
De la mitad de ello, 
De una pizca de ello,
No lo dudes. 

La vida ya es tuya. 

jueves, 19 de febrero de 2015

¿Qué tengo?

Tengo los amaneceres nublados,
Los gritos de los vecinos, 

Y mi alma, 
Que ronca a veces y a voces, 
Pidiéndome que me calle. 

Tengo los primeros rayos
De un sol 
Que no siempre sale...

La sed en la garganta...

El café descafeinado,
Y las palabras, que, 
Indefectiblemente,

Sí,

Indefectiblemente, 

Se ahogan y mueren
No sin antes suplicarme
Que no las devore.

Que no las devore
Como Saturno devoró a sus hijos. 

Tengo el microondas traicionero,

Las ojeras de no dormir
De tanto buscarte en sueños

Y la voz. 

La voz, que en realidad, 
Es el eco, 
El eco de tanto llamarte. 

Llamar
O tiritar.

Que puede ser el efecto primario o secundario, 
¡Yo qué sé!

Sólo sé que lo tengo
O no lo tengo, 

Que en este caso,
Proviene del verbo olvidar. 

¿Alguien lo sabe?

Rebusco en los bolsillos
Y encuentro el corazón, 
Mi corazón, 
Más dormido que de costumbre. 

Lo guardo en la cartera. 

Junto a él, hay una nota,
Un plano, un mapa
Que parece del Metro
De tanto subir y bajar
Escaleras hacia el cielo
Y peldaños hasta el infierno. 

De tantas paradas
Como transbordos
O enlaces. 

Y entre medias, 
Por ahí, 
Sé que debe andar mi pulso. 

Subiendo y bajándose
En la misma estación
Antes de que suene el silbato. 

¿Qué tengo, entonces?

Tengo la cobardía con la que me ducho,
Las lágrimas descoloridas,
Las sábanas que hieren, 
Que arden. 

¿Y?

El calendario. 

Un calendario tan viejo y destartalado
Con aquella foto
De aquella mujer que fuiste tú
Diciéndome que es Lunes. 

¡Qué puta es la vida!
¿Verdad?

Al menos querría 
Poder estar en una película.

Ser ese Rambo indestructible
En esta guerra de Vietnam 
Que es mi vida. 

Y no ese pobre soldado. 

Ese pobre diablo
Que sabe que no va a volver
Ni sano ni a salvo
De tanta injusticia. 

¿Qué tengo?

Ni, tan siquiera, 
Balas para defenderme. 

Sólo versos, recuerdos. 

Imágenes
Que se almacenan desordenadamente
En este desván
Donde viven tantos monstruos. 

¿Qué tengo?

Las tardes, 
Que anochecen 
Con burlas constantes
De aquellos,
Ésos, 
Que día tras día, 
Te dejan las ideas hechas jirones. 

Y no. 

Ya no hay banderas que valgan. 

Están rotas. 

Rotas, 
Olvidadas en alguna,
De tantas batallas perdidas. 

¿Qué tengo?

El silencio. 

Ese silencio reinante
Al que me abandono
Desde que apago la luz
Hasta que me acuesto. 

Ese silencio
Y esa oscuridad con las que me fundo
En el mejor abrazo que me puedan dar
A falta de entendimiento. 

¿Qué tengo?

La mirada triste,
Me respondes...

Sí.

...La mirada triste...

Y dentro de esa mirada triste,
Todo este mundo. 

lunes, 9 de febrero de 2015

Escribe y sobrevivirás

"Escribe y vencerás". 

O, por lo menos, eso dicen. 

Y éste no es ningún ejercicio metafórico de nada. 

¿Vencer a qué?, me pregunto. 

De momento, 
Lo único que me provoca 
Es sangre en los nudillos.

Así,
Literalmente.

Los estrello contra el espejo
Hasta que consigo partir
Esa absurda imagen 
De Mesías, 
De Suicida, 
De Loco...

...De maquinista ciego
Que veo en esos ojos
Llenos de tristeza y de rabia.

Escribe y sobrevivirás, 
Eso es lo que digo.  

Sobrevivir al humo, 
A las indecisiones.

A la búsqueda del amor.

A la búsqueda de Dios y la Filosofía,
Del todo por el todo
En una última mirada.
 
Echado de mil y un bares abiertos.

Sí.

Tirado como un perro.

Tirado como un perro 
En mil y una noches desiertas,
De mil y una ocasiones perdidas
En blanco y negro. 

Escribe y sobrevivirás. 

O, por lo menos, 
Eso creo. 

Sobrevivir
Al sillón que te hunde. 

Al domingo por la tarde perpetuo
De libros que se pudren,
Solemnemente,
En las estanterías. 

Solemnemente
Olvidados tras una imagen. 

¿Cuál es la mía?

Estos renglones.

Estos renglones
Que son mi mejor trinchera. 

Cientos y cientos de ellos
Frente a una religión de reproches 
Con la que no comulgo
Y de la que me curo
Toda la metralla que hiere.

Y sigo en pie
Gracias a ello. 

Con lo intangible.

Lo metafísico
Repleto de cicatrices 
Pero, vivo. 

Agitando la bandera de mi alma
Mientras espero la próxima bala
Cantando y bailando desnudo.

Desnudo y libre. 

Para que yo sea 
El Coleccionista de Finales Felices
Has tenido que pasar tú, 
Tú también
Y tú, por supuesto.

Yo soy, 
Mejor dicho,
Tú eres, parte de mi camino. 

Y, Al final,
El camino que no eliges,
Es el único por el que ardes.

Y a mí, 
Me espera el infierno.

sábado, 31 de enero de 2015

Droga como tu cuerpo, ninguna

Los Clicks también crecen


Prepararos.

Prepararos
Porque habréis de
Llorar...y reíros... 

Con todas vuestras fuerzas.

(Es lo que nos ha tocado
En esta fiesta)

Tened latidos para ambas.

El yin y el yan...
(El equilibrio)
Los encontraréis
Donde menos
Y con quien menos lo esperéis.

(Por la comida, no os preocupéis.  
Hoy es un buen día
Para dejar la dieta.)

Que nadie os prive de un buen postre.

Quemad vuestros calendarios
Y echad raíces en ese cuerpo
Que os lo pide a gemidos.

Cicatrizad las heridas de su alma
Y todos los días con él o con ella,
Serán un orgasmo.

Os lo aseguro.

No os convirtáis, niños 
En uno de esos clicks de famóbil
De expresión de pegatina
Con los que ahora jugáis
Y os hacen tanta gracia.

Sabed que en el fondo, 
Os tienen envidia 
Y se vengarán, ya veréis.

Se vengarán 
De mayores.

Mandando
Sobre vosotros.

jueves, 29 de enero de 2015

Vida más allá de la vida

Mueres 
Y, de repente,
Oyes esa música,
Que siempre te levanta el alma.

Y, el mundo,
Con todas sus maldades detrás,
Va desapareciendo a tus espaldas. 

Reduciéndose a su tamaño real
Mientras tú subes y subes. 

Entonces, te dejas llevar 
Y cierras los ojos
Y cuando los abres,
Ya eres esa canción.

Por fin, eres. 

El mundo en ruinas

El mundo en ruinas,
La civilización en ruinas.

Las certezas,
Sustituidas por bulos.

Y los sentimientos
Y la sabiduría
Y los sueños
Convertidos
En burla de unos cuantos.

Lo mismo da Oriente que Occidente.

Corazones negros
Que vierten su odio
Contra el esfuerzo,
El sudor
Y las lágrimas.

Putas y chulos sin la dignidad (dos puntos):
De los niños,
De los viejos....
....De los amantes.

Muere la poesía en sus labios,
Muere la Ciencia en sus manos.
Mueren la Ética y la Política
Al estilo de los antiguos griegos.

Cuervos y ratas,
Buitres y cucarachas.

Se han alzado con el poder de destruir
Por destruir
Porque sus vidas son ruines,
Ruinas.

Y persiguen que las demás lo sean.
Y no,
No nos vamos a dejar.

Seguiremos de pie
Defendiendo como cantaba aquel:
El pan y la alegría.

La sonrisa de nuestros semejantes
Y la cultura
De sus manos encallecidas
Por el sol, por el frío,
Por su trabajo.

Construiremos otro arca
Para que sus lágrimas no nos inunden,
Que inundarán sus mentes viperinas
Cuando la vida les pille.
  
Que les pillará
Devorándose entre ellas,
Mientras la soledad les ahoga
Por no saber querer
Sin intereses.

viernes, 23 de enero de 2015

En la vía láctea

Hoy, vamos a provocar un accidente,
Un sueño inmoral,
La apoteosis.

Arrancaremos la vida
Del árbol del bien y del mal.
Y estrellaremos nuestras pesadillas
Por no ponernos los cinturones. 

Habrá que esperar algo más
Que ir siempre con el viento en contra
Y el corazón en la guantera.

Con la esperanza justa 
O amar pisando el freno
Para que no nos pinchen las ruedas.

Quizás,
Perder los papeles
O que te los roben.

Besarse en doble fila
Y al doble filo.

Mantener el corazón en quinta
Y soltar el universo
Y que estalle otra vez el Bing Bang.

Y renacer de nuevo.  

miércoles, 14 de enero de 2015

Esa mirada

Conozco esa mirada.

De desprecio, de rabia,
De silencio.

De pensar que los sueños son
Solamente tuyos
Y que ningún adulto hijo de puta,
Tiene derecho a sacarte despierto de ellos. 

Bruscamente.

Porque a él le dé la gana,
O bien,
Porque ya va siendo hora.

Sí. 
Lo digo muy en serio. 

Conozco esa mirada.

No es, ni más ni menos,
Que La misma que yo ponía
En defensa propia.

Cuando sólo quería,
No entender,
No luchar.

Divertirme.

Cuando me lo daban todo hecho.

- ¿Y a mí qué coño me importa
Este puto mundo que habéis inventado?  

¿Qué me importan tus reglas,
Tus consejos
(Aunque sean buenos)?

Tus normas.

Sólo sé que estoy asustado,
Muy asustado por lo que veo ahí fuera
Y no me gusta en absoluto.

Y sólo pido un abrazo
Y un poco de libertad
Para hacer las cosas a mi manera.

O no hacerlas.

Y salir de esta pesadilla
Siendo ya mayor
Y que todo esté solucionado.

Sí. 

Soy capaz de ello.

Soy el tío más especial que conozco,
El más chulo del barrio. - 

Eso decía mi mirada
Cuando yo era como tú. 

Por eso conozco la tuya.

De sobra.

Y también la honda tristeza en la  que desemboca.

Cuando un mal día te das cuenta
Que, efectivamente,
Han pasado ya los años
Y no ha venido nadie
A solucionarte nada.

¡Qué ingrato!,  ¿verdad?

¡No hay derecho!

Ese mismo mundo,
Ése que pensabas que se movía a tu paso,
Desgraciadamente,
Ha seguido girando a su bola.

Sin ti.

Y no te han dejado, encima,
Ningún regalo
Debajo del árbol.
 
Y quieres protestar
Quejándote, como siempre
Y principalmente
A tus padres.

Pero papá y mamá ya no están 
O bien falta alguno de ellos
O bien ninguno tiene trabajo.

Y hay que comer, vestirse
Y pagar gastos que antes ni te imaginabas.

Y entonces no te queda más remedio
Que ir naufragando en empleos
Donde, por desgracia,
Vendes tu alma al diablo
Por un mínimo salario.

Como superviviente que eres.

Y dejas de mirarte en el espejo
Como antes.

Con esperanza.

Y la resignación te nubla la vista.

Y comienzas a forzarla
Hasta que al final retornas
A esa mirada adolescente
De desprecio, de rabia
De silencio.

Y lo pagas con el primero que
Se pone a tiro.

Y, poco a poco,
Te vas transformando
En uno de esos cadáveres
Que se ven vivitos
Y coleando por la calle,
En los bares.

En el transporte público.

Fulminándote con la mirada.
Esa mirada.

La misma que tú tienes ahora. 

Esa que por donde pisa,
No vuelve a crecer la alegría.

Y ahora, dime: 
Realmente,
¿Quieres contemplar así
Al resto de tu vida?

viernes, 9 de enero de 2015

El Blues de los malditos


Psiquiatría, masturbación y muerte.

Este es el blues de los malditos.

Aquí sólo quedan páramos semidesérticos.

Miedos antiguos que van marchitando la voluntad
De acelerar por la vida
Porque ésta merezca la pena.

Esquizofrenia,
Psicosis,
Paranoia.

Extrañas bestias que habitan en un interior maligno
Mortificado por la culpa.

Y es que la culpa es una sólida corona de espinas
Que se clava cada vez más en el alma.

En las madrugadas a solas
Donde vomitas versos sin sentido.

Donde quedan arcángeles tiritando,
Cucarachas riendo.

¡¡Oh, dioses!!
¿Qué soy? ¿Quién soy?
¿Un hombre atrapado en un monstruo?
¿O un monstruo atrapado en un hombre?

Me miro al espejo y soy el mismo Minotauro
Que se ha quedado encerrado en el laberinto.

Y me baño en su sangre.

En mi propia sangre.

¿Realmente soy culpable?
¿Realmente son así las cosas?

No juzgo y sin embargo, soy juzgado.

Primavera, ¿Por qué me has abandonado?