viernes, 29 de mayo de 2015

De hombre - verso - lobo

Hay noches,
Noches sin luna 
En las que no persigo el futuro
Como todas las demás.

En las que se me puede ver
Con la mirada perdida
Y a solas.

Dando vueltas con el coche
Por calles desiertas
Y caminos que no conducen a nada. 

Son esas noches de Jazz y de Blues, 
De autopista al infierno 
Y Réquiem de Mozart.

Dónde cada compás de esa locura
Resucita viejos fantasmas.

Donde quiero morir en un orgía de alcohol,
Tabaco y sexo
Mientras al son de una danza macabra
Bailo con todos mis demonios. 

Son esas noches, 
Noches de Humo, sangre
Y vísceras de amores antiguos
Desparramados sobre el salpicadero
Que el pasado me arranca del alma
Hasta que sale la bestia
Y busca a su presa. 

Una víctima
Digna de un por qué en mi vida
Para regalarle un presente
Poético y cruel.

Sí.

Poético y cruel.

Y ese monstruo atrapa
La vida de otra mujer en un puño 
Y la lanza, 
Furioso,
Contra las paredes desnudas 
De las oportunidades perdidas
Hasta que sale
La sangre de los nudillos. 

Mientras que en su crisálida,
Dios, no para de reírse
Esperando el milagro.  

A ver si, tras maldecirme,
Tengo cojones.

Y lo único que puedo hacer
Es seguir devorando.

Arrancar palabras a dentelladas
Para resucitar recuerdos
En un verso tras otro
Sabiendo que no volverás.

Buscándote en los labios de otra
Mientras duren las noches sin luna. 

Mientras sea este animal.