domingo, 10 de agosto de 2014

Eva

Con esa mirada...

No podía ser de otra manera:
Fulminando siglos y supersticiones.

De entre las sombras de cien años atrás,
De pólvora y olvido.

De saber que encuentro a la mujer libre,
Independiente,
Madre,
Hija
Y con su espíritu.

De la mujer,
Sólo mujer.

Ni puta ni santa.

La única capaz de regenerar la vida
Con toda su fuerza,
Volviendo a dar nombre
A todas las cosas.

Te llamas Eva y no te gustan las manzanas.

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