El valor de los buenos momentos.
Ahí es donde espero morir...
...Caer con tus botas puestas
Algún día.
Y que más da que brille el sol
O me hunda en la nieve,
Batiéndome en retirada.
Luché y perdí.
O gané, según tú.
Y siempre depende
De donde vengan las balas
Para que las heridas,
Mortales o inmortales,
No sean las habituales.
Nunca.
Ni el futuro.
Ni tampoco dejar
Que los recuerdos
Se conviertan en papel mojado.
Y echar al fuego
Una parte de ti misma.