lunes, 25 de noviembre de 2013

Por Real Decreto

Ya dejaron de impartir justicia.

Con los enfermos,
privatizando su dolor.

Con los impedidos.
condenados a no levantarse.

Con los desahuaciados,
ensordeciendo sus corazones.

Con los obreros,
añadiendo sangre y lágrimas
al sudor de su frente.

Nos roban el pan
mientras estamos en el circo
aplaudiendo a ladrones y prostitutas.

Animándonos para que seamos como ellos.

Aquel que tenga estudios, 
ahí tiene la puerta,
nos señala Colón desde Madrid a Barcelona.

Pronto, nos prohibirán la alegría,

Y no quedará rima que sostenga estos versos.