jueves, 4 de diciembre de 2014

Fugitivo

Que en el amor no todo sea blanco o negro
Es una cuestión de paciencia
Y, por supuesto, de matices.

Te masturbas
Imaginando posibilidades
Mientras el corazón va más deprisa,
Camino del desfiladero. 

Distancia, 
Mareo, 
Ensoñación,
Incertidumbre. 

Yo te arrancaría la ropa
Y tú me arrancarías el alma
En una comunión perfecta.

En un camino hacia ninguna parte.

Y tengo miedo.

Un miedo atroz
A quedarme a solas conmigo mismo. 

Con ese ser cobarde
Que malvive,
borracho,
De tu cuerpo
Y de viejos días felices. 

¿Dónde queda aquella despreocupación?

Cuando el sexo era un juego
Y no una trampa. 

Una posibilidad entre miles. 

Ardo, ardo

Me consumo lentamente

Y me siento un kamikaze
Mientras piso el acelerador
Intentando huir
A algún rincón tranquilo.

Algo, quizá, imposible.

La tristeza hunde mis pies 
Cada vez más, 
Entre el barro y la nieve. 

Lejos del mundanal hastío. 

Así que clavaré un cartel, 
Poniéndote en busca y captura. 

Porque huya donde huya,
Allí estaréis tú y mi destino. 

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