viernes, 5 de diciembre de 2014

Desde mi celda

Escribir.

Sí.

¡Rápido!

¡Vamos!

Garabatear palabras y dibujos
A cual más terrorífico.

De manera automática.

Escribir,
Temblar,
Disparar,
Eyacular.

Sí.

Rápido y mal.

Complicada e infielmente.

Infernalmente 
En las paredes de este corazón.

Este corazón en los huesos
Donde malviven
En régimen de aislamiento
Los dos amores reales que tuve.

Los tres amores imposibles
A los que jamás alcanzaré
Y de cuyos nombres y cuerpos
No puedo olvidarme.

Escribir para recordar
Mis pasos por las nubes
Que ellas me obligaron a caminar.

Benditas sean.

Los besos que di,
Los que imaginé...

Como hice el amor
Con sueños y pesadillas.

Todas las cadenas
A las que sigo preso
De por vida.

Escribir,
Beber whisky,
Fumar en pipa.

Tal vez un segundo de paz
Cada 365 minutos al día.

Un segundo que da
Para tener esa visión idílica
Que pronto desaparece.

La que me impide tener una vida normal.

Vivir cinco veces
Sólo para dar satisfacción
A tanto amor acumulado.

Como herida
De una adolescencia malsana.

Maldita.

De dolor que me han ido cargando
A la espalda de los años
Y que, gracias a ellas,
Puedo ir cicatrizando.

Escribir
Y dividir mi alma en cinco partes
Como única terapia posible.

Yo,
Con cinco puntos cardinales
A los que dirigir estos versos.

A ningún sitio
Y a cualquiera
De los que tu sonrisa,
Tus labios,
Tu sexo me indique.

Real o imaginariamente.

Sí.

Locura.

Lo cura.

Loco.

¡¡Chssst!!

¡¡Silencio!!

¡¡Escucha!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario