jueves, 24 de julio de 2014

Mientras tanto, el Apocalipsis

Hoy tengo, 
clandestinamente,
La alegría emergiendo 
desde un rincón oscuro.

La fuerza que,
necesariamente,
han debido darme los ángeles.

Hoy  puedo arañarme
Sin miedo a la sangre
y sobrevivir.

Sí.

Sobrevivir en este mundo.

He tenido una revelación.

Un sueño homoerótico
Donde dos seres alados
Entre cánticos, 
me han elevado
Hacia el cielo.

Y allí, otro ser magnífico,
En una nube blanca,
Me ha susurrado:

"En verdad, 
En verdad os digo
Que sólo los inútiles,
Los cerdos y los maricones
Heredaremos la Tierra. 

No los hombres.

Los hombres estarán ahí fuera,
Alegremente,
Asesinándose entre ellos.

Jugando a ser héroes."

Por tanto, venid.

Venid mujeres,
a mí,
en este presente apocalíptico.

Que yo os haré yonquis.

Drogodependientes
De la paz y el sexo.

Y beberemos champagne
y cantaremos canciones.

Sí.

Y enterraremos por fin
todas esas medallas
mientras follamos
sobre todos esos cadáveres.

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